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Cáncer de colon y recto en Perú: ¿Qué es el cáncer de colon?  ¿Qué es el cáncer de recto?

El cáncer de colon y recto en Perú es el quinto más común para esto creamos este espacio con la finalidad de conocer más sobre esta afección y tipos de tratamiento de cáncer de colon y recto. Saber los síntomas del cáncer de colon y recto es una manera de prevenir esta enfermedad la cual abordaremos en este blog.

El trayecto final del sistema digestivo está conformado por el colon y el recto. Estos órganos se presentan como estructuras alargadas y huecas, adoptando la forma de un tubo. El colon actúa como el vínculo entre el intestino delgado y el recto, este último culminando en el ano. Ubicados en la región abdominal, el colon se encuentra en estrecha proximidad con órganos como el hígado, el estómago y el bazo, mientras que el recto está adyacente a la próstata, la vejiga, el útero y los ovarios.

Colon y recto

Anatómicamente Colon y recto:

El colon se divide en distintas secciones, incluyendo el colon derecho o ascendente, el colon transverso, el colon izquierdo o descendente y el sigma. Por su parte, el recto se subdivide en tercios superior, medio e inferior.

Función:

El colon desempeña un papel crucial en la absorción de agua de las heces, facilitando su compactación y previniendo la pérdida excesiva de líquidos durante la deposición. Por otro lado, el recto actúa como un reservorio para almacenar las heces y evitar la incontinencia fecal.

Es posible vivir sin colon ni recto, aunque en tales casos el ritmo intestinal y las características de las deposiciones se ven alterados. En ocasiones, puede ser necesario recurrir a una colostomía o una ileostomía de manera permanente o temporal (consultar definiciones en el apartado de cirugía).

¿Qué es el cáncer de colon? ¿Y el cáncer de recto?

El cuerpo humano está compuesto por células que siguen un ciclo vital, que incluye su nacimiento, labor, reproducción y muerte a través de un proceso conocido como apoptosis o muerte celular programada. Este ciclo está regulado por genes ubicados en los cromosomas.

El cáncer se origina a partir de un crecimiento descontrolado de las células, modificando su forma, tamaño y otras características. Este crecimiento puede deberse al aumento en la producción celular, a la supervivencia prolongada de las células existentes o a ambos fenómenos. Como resultado, se produce una proliferación celular descontrolada que puede expandirse localmente, infiltrarse en los ganglios linfáticos o en los vasos sanguíneos, y finalmente, dar lugar a metástasis en órganos distantes.

El cáncer colorrectal se caracteriza por el crecimiento incontrolado de las células en el colon y/o el recto. Los tumores malignos colorrectales pueden surgir en cualquiera de las tres capas: mucosa, muscular y serosa. El adenocarcinoma, que se origina en las glándulas, es el tipo más común, representando más del 90% de los casos de cáncer colorrectal. Por esta razón, los siguientes apartados se centran en este tipo de cáncer. Los linfomas, sarcomas y melanomas son menos frecuentes.

Epidemiología

El cáncer colorrectal es más común en personas mayores, con una edad media de presentación alrededor de los 70-71 años, aunque puede ocurrir en individuos más jóvenes. Tiene una incidencia mayor en hombres que en mujeres. En España, fue el cáncer más diagnosticado en 2022, con 43,370 nuevos casos, siendo el segundo más común en hombres después del cáncer de próstata y en mujeres después del cáncer de mama. En términos de mortalidad, fue el segundo tumor con mayor número de muertes en ambos sexos en 2020, con 11,131 muertes por cáncer de colon. Los principales factores de riesgo incluyen el consumo de alcohol, tabaco, obesidad, sedentarismo y una dieta poco saludable. Sin embargo, se observa una reducción en la incidencia y mortalidad gracias a mejoras en los métodos de detección.

Causas y factores de riesgo del cáncer colorrectal

El cáncer colorrectal tiene causas que no se comprenden completamente en la mayoría de los casos, pero se han identificado varios factores de riesgo que aumentan su probabilidad de desarrollo.

1. Factores modificables:

Incluyen el consumo de tabaco, alcohol, una dieta poco saludable con baja ingesta de frutas y verduras, así como la falta de actividad física. Se ha demostrado que una dieta rica en grasas y pobre en frutas y verduras aumenta el riesgo de cáncer colorrectal. En España, se estima que el alcohol contribuye al diagnóstico de alrededor de 4,500 casos de cáncer de colon cada año. La obesidad también está relacionada con un mayor riesgo de cáncer colorrectal, con aproximadamente 85,000 casos a nivel mundial directamente atribuibles a esta condición.

2. Enfermedades o condiciones predisponentes:

Algunas condiciones benignas o premalignas, como los pólipos en el colon o el recto, especialmente los adenomas tubulares, vellosos o tubulo-vellosos, aumentan el riesgo. El riesgo de cáncer en los pólipos varía según su tipo y tamaño. Además, las enfermedades intestinales inflamatorias como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa también aumentan el riesgo.

3. Antecedentes de cáncer colorrectal:

Haber tenido un cáncer colorrectal anteriormente aumenta el riesgo de desarrollar un segundo cáncer colorrectal. Por esta razón, se vigila de cerca la posible aparición de segundos tumores durante las revisiones médicas.

4. Factores genéticos o familiares:

Se estima que hasta el 25% de los pacientes tienen antecedentes familiares de cáncer colorrectal, y en menos del 10% hay un componente hereditario. Algunos síndromes genéticos específicos aumentan significativamente el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal, y la incidencia también es mayor en personas con familiares diagnosticados con esta enfermedad.

Síntomas de cáncer de colon y recto

El cáncer colorrectal puede presentarse de manera asintomática en algunos pacientes, siendo diagnosticado mediante colonoscopia de cribado o como un hallazgo incidental durante otras exploraciones. Los síntomas pueden ser vagos e inespecíficos, como cambios en el hábito intestinal, eliminación de moco o sangre en las heces, dolor abdominal o pélvico, y obstrucción intestinal, entre otros. Las metástasis pueden provocar ictericia, ascitis, dificultad para respirar, dolor óseo y abdominal, dependiendo de su ubicación. También pueden existir anemia y síndrome constitucional, como disminución del apetito, cansancio y pérdida de peso.

Cancer de colon

Los síntomas del cáncer de colon y recto de alarma incluyen alteración del ritmo intestinal, dolor abdominal y presencia de sangre roja en las heces. Es importante consultar al médico si se experimenta alguno de estos síntomas.

En la exploración física, el médico puede observar nódulos, masas abdominales, tumor rectal en el tacto rectal, aumento del tamaño de órganos (organomegalias), ascitis, ganglios linfáticos aumentados de tamaño (adenopatías) y otros signos.

La clasificación más empleada es el TNM: 

la “T” es por el Tumor, la “N” por los ganglios (Nodes en inglés) y la “M” por las Metástasis. En función del T, N y M se definen los estadios.

Estadio 0 o carcinoma in situ

Es la etapa más inicial del cáncer. Se localiza en la parte más superficial de la mucosa y no infiltra las otras capas del colon o recto, no invade los ganglios regionales ni produce metástasis a distancia.

Estadio I: 

Después del estadio 0, es el más favorable (= mejor pronóstico).

Estadio II y Estadio III: 

Son etapas intermedias. En general, el estadio II tiene mejor pronóstico que el III, porque en el estadio II no existe afectación ganglionar y en el estadio III sí. Estos estadios a su vez se subclasifican en IIa y IIb, y en IIIa, IIIb y IIIc.

Estadio IV: 

Es la etapa más avanzada. Su pronóstico es el peor porque existen metástasis a distancia.

Diagnostico

Para el diagnóstico, se realizan historia clínica, exploración física, análisis de sangre, pruebas radiológicas y, generalmente, colonoscopia. Se puede determinar la presencia de anemia en el hemograma y evaluar la función de órganos como el hígado mediante bioquímica sanguínea. Se utilizan marcadores tumorales como el CEA y el CA 19.9, aunque no son definitivos para el diagnóstico. La colonoscopia permite visualizar el colon y recto, y tomar biopsias si es necesario. Se realizan exploraciones radiológicas como radiografía de tórax, escáner abdominal, ecografía abdominal y tomografía axial computerizada (TAC) abdominal-pélvica. Otras pruebas complementarias incluyen ecografía endoscópica, tomografía de emisión de positrones (PET), gammagrafía ósea y laparoscopia.

El diagnóstico definitivo se realiza mediante biopsia, generalmente obtenida durante la colonoscopia. Se clasifica el cáncer colorrectal por estadios, que van desde el carcinoma in situ hasta el estadio IV, dependiendo de la extensión y diseminación del tumor. El tratamiento y pronóstico varían según el estadio del cáncer.

Tratamiento para el cáncer colon y recto

El tratamiento del cáncer de colon y recto involucra múltiples consideraciones, destacando el tratamiento intraperitoneal como parte integral del enfoque terapéutico (HIPEC) en etapas avanzadas. Al seleccionar el tratamiento más adecuado para un paciente, se evalúan factores dependientes del paciente, del tumor y del tratamiento.

Cirugía

La cirugía es un pilar fundamental para el tratamiento del cáncer de colon y recto, dirigida a extirpar tejidos enfermos, resolver obstrucciones y drenar abcesos. Se distinguen intenciones curativas y paliativas, adaptando la técnica quirúrgica según la resecabilidad y la extensión del tumor. Se pueden realizar colectomías, sigmoidectomías, resecciones anteriores bajas y amputaciones abdómino-perineales, entre otras. En ocasiones, se requiere resección de órganos vecinos o metastasectomías.

Quimioterapia

La quimioterapia, junto con fármacos biológicos, actúa sobre las células tumorales, aunque puede presentar efectos secundarios. Se administra intravenosa u oralmente y puede ser adyuvante después de la cirugía, neoadyuvante antes de la cirugía o como tratamiento principal en casos de enfermedad metastásica.

Radioterapia

La radioterapia, un tratamiento para el cáncer colon y recto local, se emplea principalmente en cáncer de recto, como pre o postoperatorio para reducir recaídas en la pelvis o como tratamiento paliativo para controlar el dolor.

Otros tratamientos para el cáncer de colon y recto

Incluyen terapias de soporte para controlar los síntomas y complicaciones, así como tratamientos locales o locorregionales, como la colocación de prótesis o la radiofrecuencia.

Los ensayos clínicos ofrecen nuevas alternativas terapéuticas y buscan mejorar la eficacia y la calidad de vida de los pacientes, aunque su participación es voluntaria y sujeta a criterios específicos.

Seguimiento

Después del tratamiento radical para el cáncer colorrectal, se requieren revisiones periódicas para monitorizar la evolución de la enfermedad, controlar efectos secundarios y detectar recurrencias tempranas. Estas revisiones incluyen pruebas como análisis de sangre, radiografías, ecografías, escáneres y colonoscopias, ajustadas según las necesidades de cada paciente. Es importante destacar que, aunque se haya extirpado completamente el tumor, existe riesgo de recurrencia, especialmente en los primeros 3 años después de la cirugía. Además, en casos de enfermedad no resecable, se realizan revisiones para controlar síntomas y administrar tratamientos paliativos según sea necesario. Tomar en cuenta los síntomas de cáncer de colon y recto son importantes para el seguimiento, ir a tu médico cuando aparezca alguno.

Prevención

La prevención primaria del cáncer colorrectal se centra en adoptar un estilo de vida saludable, incluyendo una dieta rica en vegetales y frutas, evitar el tabaco, controlar el peso y realizar ejercicio físico regularmente. El screening o prevención secundaria se lleva a cabo en individuos asintomáticos con mayor riesgo, como personas mayores de 50 años o aquellos con antecedentes familiares. Esto implica realizar pruebas como el análisis de sangre oculta en heces y colonoscopias, con la periodicidad ajustada según el riesgo individual. En casos de alto riesgo, se pueden requerir pruebas adicionales y un seguimiento más estrecho debido a factores hereditarios u otras condiciones predisponentes. Dar seguimiento a los síntomas de cáncer colon y recto ayudará a la prevención actuando siempre de forma oportuna.

Fuente: SEOM – Dra. Encarnación González Flores

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